Hoy confiaré en las palabras que escribí hace tiempo para contarte muy brevemente sobre mi conflicto con el nombre de una historia de páginas efímeras y amoríos aún más efímeros. Jamás investigué si existía una razón especial detrás de este título, espero que tú me puedas ayudar a discernir entre mis teorías.
Una buena mujer – Antón Chéjov
Se trata de la historia de Olga Semenovna, aka: Olenka o “la mujer que amaba siempre a alguien y no podía vivir sin amor…”. Una mujer que se camufla en la piel y mente de sus seres amados y por alguna razón representa la historia de Una buena mujer.
Con certeza muchas veces nos convertimos en aquellos que amamos; olvidamos quiénes somos, nuestros gustos, nuestras metas. Buscamos hacer amena nuestra compañía a quien nos da la suya. Declinamos nuestro camino para seguir el de alguien más, tal vez por miedo a estar solos o tal vez porque somos buenos.
Aún así, queda la duda de si el título de la obra es relativo a las acciones de Olga Semenovna en este ámbito, ya que el convertirte en un reflejo de tu compañero o pareja sentimental no es necesariamente una ‘buena acción’. Así se lo hace saber más tarde uno de sus acompañantes el veterinario Vladimiro Platonovich Smirnov, a quien irritaba que Olenka hablase de temas desconocidos por su enorme afán de encajar.
Después está la disyuntiva donde el título de buena mujer se le da por derrochar amor a quien le muestre interés. De nuevo queda cierta ironía, ya que la misma sociedad la rechaza al verla con diferentes parejas en tan corto tiempo.
Otra alternativa es Sacha, a quien regala nuevamente su amor pero esta vez como una madre. Le entrega a manos llenas un cariño puro y sin interés, pero dejando de lado su vida para convertirse una vez más en la sombra de su compañero.
En cierto punto de la historia Olenka acaba sola y lo más grave que le llega a acontecer es quedarse sin una opinión o un juicio ajeno de dónde sostenerse. Nuestra buena mujer carece de identidad e ideas propias en toda la obra, es por eso que mi última opción es que el título sea mero sarcasmo.